Yo no te voy a pedir amor
porque no quiero que me duelas.
Tampoco quiero
dicha, alegría prefabricada
premeditada
hecha.
Terminaría aburriéndome
ca(n)sándote conmigo
dándote nada y prometiendo todo.
Te abriría
una caja de Pandora.
La llenaría con fotos,
con tús y yos, con restos
De cascadas, de pintura, de flores
Con fragmentos de espejo
para mirarnos como éramos
como si no quisiéramos ser más
sin esperanza
Recordando y nada más.
Eso es....
Trillado, excesivo, inherente a lo humano.
Me recuerda un poco al reloj
¿Recuerdas cuando te pedía que te quitaras el reloj?
No quiero saber la hora
ni que tú la sepas
quedarme estancado
en un futuro pasado
obligarnos a permanecer
inmutables, inertes
relojeros, cafeceros y jornaleros
Nos quiero en Roma, en París
una baguette con formaggio
con salami dolce e vino
Sobre todo vino.
Saltando en bungee,
bailando con la nieve,
Viviendo
fuera de esto.
Mejor existamos,
en el mar, en la noche del puerto,
en esa estrelllita que me gusta
y es tuya.
No nos amemos, no nos dañemos.
No nos nombremos.
Si me necesitas,
quiero ser silencio.
Que no me llames,
no me busques.
Llegar de sorpresa,
salir de la caja que te haría
y ser mejor que el espejo,
las fotos y los pétalos de flor.
Tomarte
improvisando.
Sonreír con picardía.
Una mirada, tu beso de chocolate
Oh, mon chéri.
Y luego...
¿Te digo lo que quiero entonces?
Existir contigo
Por lo tanto, callar.
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